Con una temperatura media de 8,3ºC y un clima húmedo subtropical, la ciudad rusa de Sochi fue la ciudad más caliente donde se han albergado unos Juegos Olímpicos de Invierno. Sin embargo, el gran Estadio Olímpico que albergó tanto las ceremonias de apertura como de clausura de las Olimpiadas del 2014 debía asegurar una temperatura y clima ideal para los más de 45.000 aficionados que asistieron al evento, así como a todos los atletas.
En Septiembre de 2013, la Antorcha Olímpica se encendió en la antigua Olympia, comenzando un viaje a través de Grecia y de otras 83 ciudades rusas hasta llegar a Sochi el 7 de febrero para la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014. La ceremonia de apertura, de clausura y todas las ceremonias de entrega de medallas tuvieron lugar en el Estadio Olímpico Central, también conocido como el Estadio Olímpico Fisht, derivado del Monte Fisht. Este estadio no era únicamente un escaparate de su arquitectura moderna, sino también de un sistema pionero e innovador de calefacción y agua caliente energéticamente eficiente.
Un estadio – Tres objetivos
El Estadio Olímpico de Sochi no fue construido para un único evento, sino para ser usado en numerosas ocasiones después de los Juegos Olímpicos de Invierno. Inicialmente, el estadio se construyó para las ceremonias de entrega de medallas, así como la de apertura y clausura con un público de unas 40.000 personas. Después de las Olimpiadas el estadio se ha utilizado en partidos de fútbol de la Selección Rusa de Futbol con 25.000 aficionados. Finalmente, este estadio ha sido rebautizado para ser utilizado como estadio de futbol para 45.000 espectadores en 2018, cuando Rusia albergue la Copa del Mundo de Fútbol.
Los distintos propósitos para este impresionante estadio aumentó la complejidad del proyecto de construcción del mismo, incluyendo la instalación de un sistema de ventilación y aire acondicionado que ofrecería múltiples posibilidades de uso en un clima muy caliente en verano y muy frio en invierno.
Es este sector fue donde Danfoss formó parte de este ambicioso proyecto y que permitió a una fantasía convertirse en realidad. Una realidad conseguida mediante múltiples investigaciones en optimización de la energía y la adquisición de múltiples componentes para la calefacción y el sistema de agua caliente del estadio.
Elementos distribuidos por Danfoss para el Estadio Olímpico de Sochi
- Válvulas de control VB2 (DN40, DN50) con actuadores AME(23,33,423).
- Controladores de presión diferencial.
- Válvulas de equilibrado para sistemas de calefacción.
- Válvulas de bola, filtros.
“Nuestro cliente en este proyecto de Sochi apreció las numerosas ventajas y el ahorro de comparar todos los componentes de un único proveedor. Ellos tenían un número menor de personas con las que contactar para conseguir que todos los componentes llegaran a tiempo para la construcción. De la misma manera, consiguieron un sistema mucho más eficiente a la hora de compatibilizar todos los componentes.”
Andrey Moiseenko
Leader of Central Heat Supply Department.
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